El marco legal dice: “(…) las precampañas se iniciarán en la tercera semana de noviembre del año anterior a las elecciones. No podrán durar más de sesenta días.” La cita anterior está tomada del artículo 226 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, reglamento que rige las elecciones en México; el incumplimiento de estas disposiciones tendrá como consecuencia la no participación de los candidatos en las elecciones. concurso, de lo contrario el candidato obtuvo de la ilegalidad Este artículo, por supuesto, se centra en el proceso interno del Movimiento Nacional de Regeneración (Morena) en la elección de quién sería finalmente su candidato presidencial para las elecciones intermedias de 2024. Porque incluso si él no se nombra como precandidato, si se le dice antes de la campaña, está claro a dónde va a llegar el proceso que se inició a puerta cerrada dentro del oficialismo, es como un “ya sabes quién”, ¿recuerdas? sobre este tema en la última semana. Yo los he visto etiquetar “no candidatos”, “eufemismos”, “informalidad”, también “ilegalidad”, y con este último término prefiero. Porque si hay un proceso de selección en ley, en este caso un candidato de un partido político, actuando fuera
en sí mismo no es más que ilegal. Porque por mucho que a todos nos gustaría estar en noviembre (para que se acaben las olas de calor), apenas estamos a mitad de junio. Además, la precampaña Morena Tardará unos 90 días, donde la ley estipula un máximo de 60.
Que el ganador de este concurso se llame Coordinador de Defensa de la Transformación no es un eufemismo de candidato, es una declaración de un movimiento político que cree (¿o sabe?) por encima de la Ley. Y ahí, desde mi punto de vista, reside el mayor peligro.
Blindados por el hecho de que el proceso federal para las elecciones presidenciales del próximo año no ha iniciado, los candidatos de Morena argumentan que no se pueden dictar medidas preventivas, como hizo el fin de semana el Instituto Nacional Electoral (INE), para evitar que organicen actos para buscar apoyo para sus favoritos.
La resolución del INE fue ratificada por el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) este lunes 19 de junio, una jugada a favor de la independencia de poderes en el país. ¿Pero se hará realidad? ¿Dejarán los candidatos de Morena sus actividades proselitistas?
Lamentablemente, no lo veo así. En unos meses, cuando finalice la precampaña de Morena, el oficialismo tendrá un candidato presidencial surgido de un proceso ilegal.
Otra pregunta que me viene a la mente es: ¿cómo se puede confiar el destino del país a un hombre al que no le importa ir por encima de la ley para lograr su objetivo personal? ¿Cómo podemos esperar que no actúe de la misma manera una vez que esté en el poder?
El tema no es menor, porque no se trata “solo” de ignorar la ley. Se olvida también cuál es el origen de las leyes del país, que no es sino el pueblo mismo, a través de sus representantes en la legislatura. Es decir, si sigue el proceso de Moreno, el país puede tener un presidente o un presidente que ignore a su gobierno. Irónico, ¿no?